La mayor expresión de la belleza, es la vida misma.

"Ten paciencia con todas las cosas, pero especialmente ten paciencia contigo mismo. No pierdas el ánimo al reconocer tus propias imperfecciones. Sino que al instante disponte a remediarlas. Todos los días comienza una nueva tarea."

San Francisco De Sales.

 

Autor: Abner Pantoja

Publicado en: El Arte Del Buen Vestir.

 Dedicado a mi madre. Gracias por hacerme feo y darme la lección de vida. ¡La vida es horrorosamente hermosa! Cuídame y protege el imán de la belleza.

El problema no siempre se resuelve con cirugías. Entiendo que en la actualidad los adolescentes son un blanco fácil para las clínicas de belleza. Y ello resulta así porque, sin conciencia propia, son víctimas de la estética que fomentan los medios de comunicación. Creo que a eso le llaman "trastorno di mórfico corporal". En el campo laboral existe una falsa competencia donde algunas empresas seleccionan entre un número de candidatos al mismo cargo, a aquel mejor presentado; y que causa una impresión más agradable tanto por sus rasgos de personalidad como por su aspecto físico.

Todas éstas ideas las podemos encontrar en todos los medios cuando nos referimos a éste espinoso tema; en estos tiempos para mí, empieza a tener un rasgo de interés toda vez que quiero encontrar una "justificación" tanto existencial como emocional. Evaluar la posibilidad de continuar con mis cirugías.

Según consta en mi expediente, la primera operación que tuve fue a los dos años. En ese entonces, evidentemente no tenía plena conciencia de lo que me estaba pasando. Es más, la toma de decisión sobre mis cirugías eran responsabilidad de mis padres.

¿Qué los movió a tomar la decisión de operarme? Supongo que tuvieron que ver cuestiones fisiológicas más que estéticas, pues el padecimiento de mi síndrome de Treacher Collins era severo. Me operaron en varias ocasiones. Y siempre me preguntaba, las cirugías que me practicaban, hasta qué punto eran resultado de una vanidad. ¿Cuál era. Finalmente el objetivo de mis cirugías? Responder con excesiva humildad esta pregunta me ayudaría mucho. Pues la diferencia es que ahora puedo tener un mayor márgen de maniobra en mis tomas de decisiones.

¿Se tiene que justificar realmente la decisión de continuar o no mis cirugías? Y no se piense que tengo miedo a las cirugías o al cambio. Bueno… el miedo existirá, toda vez que es un miedo un tanto natural, tan natural como el instinto de supervivencia. La reflexión obedece más bien a una inquietud existencial, psicológica y de actuar con plena conciencia en mis actos. Y no actuar como muchos ante un mero impulso de "corrientes estéticas" de nuestra era.

En realidad es éste el fin último que deseo lograr en éste artículo. Despertar la conciencia en el ser humano de no vivir por cánones estéticos que se generan coyunturalmente y con fines comerciales; es aquí donde entra el tema de la auto aceptación.

¿Y qué es la auto aceptación? He aquí una conversación un tanto común que ilustra la cuestión:

-¿Valdrá la pena operarme?

-No lo sé. Mira, lo importante es saber cómo te sientes. Hay gente por demás hermosa y paradójicamente se sienten una basura. Importa mucho como estas por dentro.Eso es lo que realmente importa: "lo de adentro".

-No lo creo. Lo que pasa es que tú no estás en "mis zapatos". Realmente no te consta lo que siento. Nadie lo puede saber.

-Tal vez tengas razón. Sin embargo, yo te acepto como eres. ¡Hermoso por dentro!

Éste tipo de conversación, a veces sospecho que no es mas que mera "muletilla", conversación un tanto trivial, mecanizada, educada por los medios: a veces explotan la autocompasión de personas "con capacidades diferentes" tratando de posicionarlos en una realidad diferente.

Lo que en realidad debemos hacer es respetar y potencializar nuestras propias limitaciones e "imperfecciones".

"La mayoría de las sombras de esta vida son producto de nuestra obstrucción de nuestro propios rayos de sol".

Ralph Waldo Emerson.

Fue en Zapopan Jalisco donde por primera vez respiré gracias a la procreación de mi madre. No se hasta qué punto es verdad o mito la extraña experiencia que en cada oportunidad que se presenta, se cuenta como anécdota que una vez que nací mi madre cayó en coma cuando el doctor me "describió".

¿Hasta qué punto habrá sido una descripción técnica lo más apegada a la "realidad"? ¿Hasta qué punto la capacidad imaginativa de mi madre "distorsionó" la descripción del médico en cuestión? La verdad resulta un tanto difícil visualizar el proceso "teratológico" que se dio.

Lo cierto, ( en cuanto a la reseña), es que mi madre despertó hasta tres días después: en navidad. En ese primer nacimiento mi madre pasó por un trance difícil. Con el tiempo fue asimilando las cosas. Por ahí existe una foto en donde mi madre me observa estando Yo recostado en sus piernas, en un parque. Ya en otra ocasión traté de visualizar ¿qué era lo que en ese momento pasaba por su mente? ¿Cuánto sufrimiento le causaba mi padecimiento de un síndrome? ¿Cuáles eran sus temores? ¿Hasta qué punto se sentía culpable? O ¿Estaba orgullosa por ser una persona especial? Y muchas preguntas más.

Tal vez si le pregunto no lo recuerde con toda claridad. Sin duda su vida cambió no por el simple hecho de ser mamá, sino por el reto que le iba a significar.

En fin, resulta un tanto difícil entender las reacciones humanas. Y es cierto, o así lo creo, que muchas circunstancias no pueden controlarse mas si darle un nuevo enfoque posteriormente. En aquel entonces dijo mi padre, (y no se hasta qué punto eran sólo palabras "de consolación" para mi madre, o realmente era un "compromiso de vida"), que lo sucedido era una lección de vida, una bendición para ellos, que tenían que ser fuertes y demostrarse que eran capaces de aprender de tal situación.

Sin ánimos de juzgar, aunque apegándonos a la realidad, sólo mi madre cumplió cabalmente con ese "compromiso de vida".

Aquí es donde debo efectuar una respuesta de gratitud escrita a ese "compromiso maternal":

Madre: No sé exactamente cuáles fueron las palabras de mi padre cuando se refería a esa situación que estaban viviendo cuando nací. No sé tampoco si sólo eran palabras de consolación o realmente era un compromiso. ¿Quién soy Yo para juzgar? Yo que no asumí el riesgo de ser padre "castrándome" mental y sexualmente.

Lo que si se es que , no sólo por el instinto maternal, sino porque esas palabras en verdad generaron una transformación, en una vocación. Todos venimos a éste mundo a algo. Y en mi caso, debe ser algo especial. Y en éste momento que Dios me da un poco de lucidez y claridad intelectual, me doy a la tarea de refrendar mi compromiso de gratitud, hacia usted, de la mejor manera que puede ser. Con el buen uso de mi vida.

Quiero ser un faro de luz en su vida. Y al mismo tiempo, para la humanidad. Voy en ese camino.

A veces me resulta inexplicable comprender cuáles fueron mis motivos de obstrucción de los rayos del sol de la vida; que por ello vivía en las sombras.

Madre. Me gusta su apodo: Luna.

Por ello quiero ser una de tantas estrellas iluminadas por su luz lunar. Y que ambos demos vida al amor.

"Oh estrellas, No brota de ustedes el deseo del amante De contemplar El rostro de su amada? No proviene de las puras constelaciones La última percepción de los rasgos Puros de su amada?

Rainer María Rilke.

Hoy entiendo que todo se resume a una "pedagogía de la vida". Y así, por eso nací con mi malformación, no para que sufriéramos. Mi síndrome no es más que un pretexto para tener, desarrollar y aplicar una sensibilidad tal, que me permita día con día aprender de la vida y así poder enseñar a los demás a vivir en armonía continua y fraternal. Esa es mi misión en la vida.

Mi templanza emocional y mi madurez intelectual, me permiten asimilar la vida de una manera más trascendental.