Cómo me enamoré del mundo de la moda. Producto de experiencias de vida transformadoras.

"Las diferencias existen, no hay nada que hacer. Tanto el rechazo como el abrazo acentúan las diferencias. Ambos mantienen alerta. Cuando alguien niega la otredad, entonces y no antes es cuando el asunto se pone peligroso".

 Artur Japin.

 

Autor: Abner Pantoja

 Publicado en: El Arte Del Buen Vestir.

 

 Dedicado a: Dulce y Yamile. Mis dos manos creativas que me enseñaron a tocar mi rostro. Y como siempre les digo: ¿A quién quiero más?

 Como ya se ha vuelto una maravillosa costumbre, en una de tantas conversaciones que tuve con mi amiga inseparable, Isabel, hice el siguiente comentario:

 -"Amo la ropa y la magia que existe en ella para metamorfosear a un individuo, también el potencial creativo que encierra en ello el mercadeo. Solo que éste trabajo no me motiva e inspira".

 No es prudente ni saludable enfocarse en esto último. Al menos por el momento. Mi reflexión se va a centrar en el cómo nuestras experiencias hace que uno vaya delimitando su campo de acción.

 Confieso que el amor que siento por la moda, fue producto de una experiencia que en aquel entonces fue dolorosa y por herencia. Producto de la separación de mis padres y de la actitud egoísta y machista de mi padre; mi madre, mis tres hermanos y Yo, vivimos por un poco tiempo en la pobreza. Mi madre, por medio de retazos y una máquina, de esas antiguas con un mueble tosco y pesado junto a esos pedales inmensos en los que me sentaba para balancearme, mi madre nos hacía nuestra ropa. ¡Hasta nuestra ropa interior!

 En vez de amargarnos o frustrarnos, mi madre nos divertía con su peculiar estilo sarcástico. Recuerdo amorosamente que nos decía con su singular forma de expresarse en aquellos tiempos:

 -"Miren hijos de la… Martha, o sea Yo; si alguien se burla de ustedes ni les debe afectar, recuerden que visten así no por pobreza sino porque son vanguardistas. Ésta ropa es  de una gran diseñadora: Lunisma".

 En lo personal aprendí a partir de ese momento a "vestir mi vida de ese modo". Me burlaba positivamente de mi mismo y mis fracasos y éxitos. Hasta la fecha conservo ese estilo del humor un tanto peculiar.

 Afortunadamente, mas bien por la tenacidad y emprendimiento de mi madre salimos de esa situación. Ya después el gusto por la moda se fue haciendo más enriquecedora: empezamos a educarnos visualmente con revistas de moda y a entender conceptos como elegancia, glamour, belleza y todo lo que concierne al mundo y la industria textil.

 Incluso Yo para adentrarme un poco más en éste mundo, recuerdo con alegría que opté por trabajar en la recolección de algodón en el campo: ¡Dios mío, qué esfuerzo tan grande empeñan los campesinos! Mi humilde reconocimiento a ellos. También me adentré en el mundo de las maquiladoras: se requiere una férrea determinación para trabajar en ese lugar.

 Y por último trabajé en boutiques y para ello aún cuando estudiaba filosofía del arte me involucré en la mercadotecnia visual: iluminación es lo que más me apasionó.

 Sin embargo, como lo reflejo en el comentario que hice al principio. Actualmente no me siento inspirado. Espero que con el nuevo proyecto, un tanto simple si se quiere, de ayudar a una amiga de la ciudad de México en su carrera de diseño industrial, en lo concerniente a la lluvia de ideas creativas para la elaboración de bocetos, recupere la pasión. Será cuestión de que logre conectarme con ella.

 En fin, en el próximo artículo entraremos en detalles menos personales y más enfocados a la moda. La idea en este artículo es: ¿Qué te apasiona de la moda? Tus respuestas delimitarán los temas a tratar.

 

  

 

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