Cómo enfrentar de una vez a nuestras frustraciones para superar nuestros propios obstáculos.

 “Nada de lo que hagamos, independientemente de cuán virtuoso, lo podremos lograr solos; por lo tanto, nos salva el amor”.

Reinhold Niebuhr.

 

Autor: Abner Pantoja

 Publicado en: Negocios y Marketing por Internet.

 

Dedicado a: Mi doncella. Por ser mi inspiración y mis ganas de librar mis propias batallas.

Tu guerrero medieval.

 

No tengo el hábito de reflexionar sobre mi pasado, mucho menos cuando se trata de fracasos. Sin embargo, y de acuerdo a mis necesidades inmediatas y por circunstancias que lo ponen a uno a replantear sus objetivos, en ésta ocasión lo haré. A fin de cuentas, si soy una persona realmente propositiva, aprenderé de mis propios errores.

            Tampoco seré muy específico sobre las circunstancias que al día de hoy me invitan a hacer un examen de conciencia. La idea no es quejarse ni mucho menos generar una empatía de autocompasión. No estamos para perder el tiempo. Lo que si digo es que a veces un pequeño detalle hace que tengamos la percepción de que todo se venga abajo. Y en realidad eso no es más que una señal para que meditemos y evaluemos nuestros recursos (en todos los ámbitos: mentales, económicos, físicos, emocionales y espirituales), y comprendamos de una vez porqué estamos donde estamos.

            Conciente estoy también que cuando nos enfrentamos a una crisis actuamos con una rabieta, nos sentimos incomprendidos, en fin; opacamos con nuestro pesimismo la luz maravillosa que nos da la vida. Asumimos la actitud de que alcanzaremos nuestras metas alimentándonos con nuestro orgullo. Eso es dar un mal paso. Lo que realmente debemos hacer, es actuar con honestidad intelectual. Así que aquí va la siguiente reflexión: el caso en particular: mi emprendimiento por Internet.

            Hace dos años aproximadamente, se me presentó la gran oportunidad de conocer ésta maravillosa oportunidad de negocio que al día de hoy empiezo a vislumbrar el gran potencial de crecimiento en nuestros propios ingresos. Recuerdo que una persona me comentó al respecto por medio del Chat. Incluso me invitó a que juntos emprendiéramos un negocio por Internet. Es en el proceso de planeación del mismo que se decidió que mi próximo colega tuviera que vivir en la ciudad en donde en aquel entonces radicaba: Guadalajara.

            Juntos físicamente empezamos a diseñar nuestro negocio con la penosa particularidad de ir por la vertiente de estar de manera consecuente cometiendo errores: el primero de ellos (que en realidad tiene que ver más con actitudes de un emprendedor), fue estar en conflicto constante o en la postergación de nuestras tareas debido a que ninguno de los dos apartaba su ego personal en relación al negocio.

            Los errores que tienen más relación con el negocio en sí, a continuación los voy a enumerar de manera aleatoria, como una lluvia de ideas, sin priorizar el impacto negativo en el mismo. Finalmente todas me llevaron al mismo resultado.

            Error: perder tiempo en la definición de nuestro modelo de negocio.-sucede que al no conocer las diversas formas de hacer negocio por Internet intentamos de todo; encuestas, sistemas de referidos, pago por click, mercado forex…, nos dispersamos en el ciberespacio.

            Error: tendencia a “intelectualizar” demasiado en el desarrollo del negocio.-pretendemos hacer la “gran obra”, lo cual es el resultado de nuestra propia soberbia intelectual. A fin de cuentas esta modalidad de negocio es sencillo: proveer información de calidad al usuario de Internet.

            Error: querer descubrir el “hilo negro” del negocio.-no comprender desde el principio que la Internet es un gran pastel informativo y que nosotros podemos adquirir una rebanada del mismo y mejorar nuestra calidad de vida, hace que garanticemos nuestro fracaso.

            Error: pretender hacer una “superempresas”.-no tomar en consideración una de las premisas más importantes del negocio por Internet que dispersa nuestros recursos: definir nuestro nicho de mercado.

            Error: querer hacer todo desde cero.-pongamos como ejemplo el hecho del diseño de la página web; nos dedicamos a hacerlo basados en el lenguaje HTML, cuando existen plataformas de diseño como Blogger y wordpress que nos ayudan a elaborar una web navegable.

            Error: no tener una definición clara de lo que íbamos a hacer.-es decir, existen varias formas de “hacer negocios” por Internet, por mencionar uno tenemos el sistema de afiliados.

            Error: desanimarnos continuamente por los comentarios de otras personas pues esto era una tontería.-se presentaba una incongruencia de nuestra parte toda vez que debemos entender que existe un proceso educativo o de aprendizaje en esto que todavía en America Latina mucha gente no conoce o, en el mejor de los casos, no comprende.

            Como se podrá deducir de todo esto, el común denominador de la tendencia a fracasar es no dejarnos guiar por un mentor. Y ello tiene como causa principal el hecho de que no queramos invertir en un curso práctico que nos induzca a tomar acción y a obtener resultados.

            En esto que Yo llamo “reingeniería” de mi negocio por Internet, me comprometo a ser práctico, a tomar acción de manera inmediata y sobre todo a profesionalizar mi proyecto.

            Todo esto se debe tomar con seriedad, con un deseo ardiente de trabajar con una higiene mental y emocional, siendo prácticos y eficientes.

            Espero que éste documento sirva demasiado para que cada uno de nosotros reconozcamos nuestros errores y replanteemos  nuestros sueños que alcanzaremos a través de éste maravilloso negocio. Y de paso refrendemos nuestro propio éxito y disfrute de la plenitud.

            A partir de éste momento, mi actividad en éste negocio estará regida por la cautela y el pensamiento práctico. Además de ganar dinero por Internet, desarrollaré una intuición que me permitirá proyectarme como un inversionista virtual buscando nuevas oportunidades de negocio. Sólo se necesita aplicar una fórmula y ser constante, y finalmente ser creativo e imaginativo.